La Historia cuenta, por allá por el 1994, en una relojería de la Familia Coch, en el Edificio Prale, en Valdivia, existían de adorno en su vitrina, unos pequeños motores de aquella época de la marca Cox (glow y disel), me enamore de un motorcito COX Pee Wee .020 (0.33 cm³) nada menos que del año 1969, casi el más pequeño de esa fábrica.
Por meses le di vuelta y vuelta a esa vitrina y preguntaba una y otra vez cosas relacionadas con el hobby (poco sabía yo del RC, más que nada de vuelo libre o U-Control), me hice un cliente habitual pero no de relojes, si no de mirón y preguntón del hobby y logre después de un tiempo convencer al dueño que me vendiera uno, pero el precio era bastante elevado para mis ingresos, nada más y nada menos que 20 mil pesos, en aquel tiempo yo hacia mi práctica profesional como técnico en Electricidad Industrial en la Telefónica del Sur, en el área de Telefonía Publica (un poco alejado de la Electricidad y un poco más en el área Electrónica), mi sueldo de aquella época era solamente para los pasajes alrededor de 15 mil pesos Chilenos (30 dólares actuales), pero a pesar de ello mantuve mi rumbo fijo, y en mi cabeza solo existía una cosa “Motor COX” no había ni siquiera una mujer que me sacara ese pensamiento, con lo que camine muchos días, para ahorrar en pasajes, realice algunos trabajos (entrar leña) entre otras cosas hasta que logré juntar la tan preciada suma.
El dueño al ver tanta pasión y esfuerzo, me regalo un poco de combustible y un par de pilas para poder echarlo andar, lo que era todo un reto ya que había que hacerlo a mano dándole y dándole vueltas a la hélice, regulando la mezcla y manteniendo la pila conectada a la bujía para que partiera.
Con el tiempo el motor paso a ser mi Joya más preciada y yacía en mi pieza en un altar, y de vez en cuando, lo hacía funcionar, metiendo un infernal ruido en mi pieza y dejándola llena de humo, por el combustible que era un mezcla especial que solo vendía Hobbylandia en aquellos años (mezcla de Aceite de Castor, Metanol y Nitrometano)
Al pasar el tiempo en un verano de 1995 me fui a Itata (8° Región,) a donde mis abuelos, en un campo llamado Nueva Aldea a 45 km de Chillan (mi Tierra Natal), a pasar unas merecidas vacaciones con mi motor a cuestas de aquí al infinito y al más allá!!.
El pasar los días, me hice de materiales ligeros, un flamante modelo con alas, cola y timón de plumavit (sacada de una vieja caja de pescado), un listón de madera de balsa para el fuselaje, que tenia de un antiguo modelo con motor de goma, un tren de aterrizaje de un alambre acerado brillante como el sol y ruedas de un camioncito que murió, para darle vida a este Mustang del aire!!!
El flamante modelo (un palo con alas), era mi obra maestra, que tenía en su frente un hermoso motor que mi abuelo miraba siempre con paciencia, se reía al ver lo ruidoso que era y todo el polvo que levantaba en el patio al dejarlo sostenido en el suelo.
Ya terminada la construcción y pruebas preliminares, sin tener idea que ocurriría si lo soltaba a carretear, y con la duda que todo piloto novel se pregunta al terminar tal construcción mmm ¿VOLARA?, me fui a la pampa más cercana con un camino de tierra dura a ver qué ocurriría.
Llene el estanque, que daba aproximada mente 7 minutos a full carga sin saber que ocurriría, doble el timón de cola para un costado y levante un poco el elevador, recuerdo que con la emoción no revise ni el centro de gravedad, le puse la pila en la bujía, y le di un certero toque en la hélice que lo puso en arranque al primer intento, regule la aguja de la mezcla y lo dejo a máxima RPM, mi adrenalina subió, la mirada la puse fríamente hacia el horizonte, el camino despejado, mi corazón latía fuerte, no había nada de viento, y el calor subía a más de 30°, por mi mente paso toda la construcción del modelo en 1 segundo y lo solté para que emprendiera su carreteo, el cual se disparó por el camino en línea recta por unos instantes.
Mi sorpresa fue máxima, al ver que el modelo levanto la cola del suelo y en unos pocos metros vi lentamente como las ruedas dejaban de tocar la pista para emprender un lento vuelo…. Al ver tal acontecimiento lancé un grito de satisfacción VUELA!!!! VUELA!!!!!! VUELA!!!!!!!, lleno de alegría, saltaba como un niño de 5 años, mi abuelo que me siguió, desde lejos se reía al ver ese moscardón elevarse poco a poco… mi alegría era desbordante… el modelo siguió un trayecto circula hermoso y ascendiendo lentamente.
Pero de la alegría pase al llanto!! en 1 segundo, ya que un leve brisa reinante por sobe los 50 metros de altura lo comenzó a desplazar camino al río, otras tantas lágrimas brotaron al tener un segundo flash!!! 7 minutos de combustible!! eso haría que el modelo simplemente se perdiera en el aire.
Comencé a correr como una gacela corriendo por su vida entre desesperación y llanto!! saltando cercos y atravesando predios, siguiendo tan preciado tesoro ahora volador… mientras corría mis lágrimas se hacían más intensas ya que cada ciertos metros me detenía a escuchar el motor que aún estaba en marcha, pero se comenzaba a perder lentamente en las alturas, mientras gritaba desde mi interior “que se le termine el combustible, que se le termine el combustible!!!!!!”
Unos 2 kilómetros habré corrido en una diagonal que me llevaba al río… hasta que ocurrió lo que yo tanto esperaba, se agotó el combustible y el motor se paró, mi alma volvió un instante a mi cuerpo, pero el modelo en vez de planear comenzó a precipitarse a tierra en espiral, como un guerrero del aire abatido, mientras caía, logre visualizarlo a la distancia, pero al perderse en la lejanía, detrás de unos grandes álamos que estaban al costado del río, mi alma, destrozada, dejo de creer en dios. Abatido por tal suceso, se doblaron mis rodillas, y en el suelo caí en un desgarrador llanto, con la mirada pérdida en el horizonte.
Sin esperanza alguna con mi cuerpo cansado, camine y camine y fui acercándome poco a poco a esos álamos, los recorrí por largo rato, miraba el río y me volvían a brotan otras tantas lagrimas…
Después de buscar por un par de horas, el sol se ponía en el ocaso, y ya cuando lo di todo por perdido, vi por ultima ves el lugar, cuando en unas piedras al lado del río, veo un resplandor, del sol reflejado en algo, me acerco poco a poco al lugar, y vero el tren de aterrizaje de acero que brillaba con la última luz del día, y vuelvo a creer en Dios!!!! Siii!!! Señor!!! eres grande!!! allí estaba tumbado de espalda con sus rueditas mirando al cielo, refrescándose a un costado de ese torrentoso río, en perfecto estado.
Mi alegría de haberlo encontrado fue algo que duro meses!!! Pero nunca más ese motor volvió a remontar los aires, fue su debut y despedida, ya que mejor en tierra que perdido en los cielos… años después se quemó la bujía y se le quebró la pequeña aguja del carburador, pero fue a un aeromodelista frustrado que no pudo seguir a mi lado mis inicios al que se lo regale, se que lo tiene en algún lado guardado, si Joel Asenjo ese eres tú, así que espero algún día encuentres ese motor y le pegues esta historia a un costado con su medalla de honor!!!!
Actualmente aún conservo un motor, aunque es un poco más grande un Cox 0.049 de fabricación en 1975 que recuerda a ese gran momento de mi vida que nunca olvidare, por los años 1995.
Un saludos a todos mi amigos con los que hemos cruzado caminos en este hermoso hobby.
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Jorge Lezana
Valdivia
Chile
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